“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho.
Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad.”
- Marco Aurelio.
Hay tantas respuestas a la pregunta, ¿qué es la vida?, como hay gente y seres vivientes en este mundo pero, ¿por qué es la vida? Para los seres humanos se hace fundamental buscar la sanidad mental que deriva del ilusorio saber, ¿por qué estamos aquí? Esta pregunta viene a la mente de toda persona aunque sea una vez durante su tiempo de vida. Pareciera que la respuesta a esta interrogante es mutuamente exclusiva de la consciencia y la muerte, siendo la consciencia el factor determinante en conceptualización del yo; es decir, “yo existo” por lo tanto “yo soy”, pero también por lo tanto “puedo no ser”, y de hecho un día “no seré”. ¿Por qué se nos hace conscientes de semejante cosa y no se nos da un manual para entender cómo lidiar con ello? Se nace y se nos abandona como huérfanos a la merced del entendimiento de una existencia que es infinita y que nunca se alcanza a entender porque por defecto nos lleva millones de años de ventaja. Se nace solo e ignorante y se muere solo e ignorante. Este hecho, en los seres humanos particularmente, se hace exasperante ya que aunque el mero acontecimiento de “llegar” e “irse” ignorando las respuestas a las preguntas más fundamentales sobre la creación no presenta en sí una inconformidad absoluta, si es sumamente incomodo para la mente del hombre tener conciencia de su incapacidad al respecto. La muerte propia, conceptualizada en la mente de cada uno de nosotros, representa el duelo absoluto, el duelo de duelos, la desintegración de la barrera del pensamiento y de la piel. Comprender este asunto con el pensamiento resulta en una paradoja, ya que a
la mente no le he es posible ver cómo es su propio final y así poder entender qué significa ya no ser. Al pensamiento solo le queda imaginar este hecho pero al imaginarlo aún sigue siendo, en toda su potencialidad y acción. Por lo tanto en tal punto, el hombre tratando de entender qué significa no vivir para entender mejor, ¿qué es vivir?, se encuentra con una singularidad, un punto en el que los límites de
su contigüidad física en el campo de lo cuántico desaparece y la integridad de la realidad se pone en peligro, activando así mecanismos de pánico con el fin de preservar el yo (o al menos lo que este constituye como fuente primaria de subsistencia psicológica). Esta realidad se manifiesta en nosotros como el miedo a morir; imaginar este evento causa gran angustia en muchas personas. En otras palabras, se hace imposible para el hombre encontrar respuestas a la cuestión de su existencia por medio del entendiendo de su no existencia. En La Vida de Hoy a las personas les cuesta saber cómo vivir. Si no se entiende que es vivir y tampoco que es no vivir, en un mundo que cada vez crea más división y abstracción, ¿tenemos consuelo alguno? Gracias al aumento colectivo de la consciencia por la disponibilidad de información, avances y descubrimientos científicos, formas de transporte y comunicación, procesos de control y de automatización, y muchas otras que brinda la toda poderosa tecnología, si! Las herramientas tecnológicas que existen hoy en día otorgan un poder de (interno y externo) como el que nunca antes se vio en la existencia del ser humano. En el pasado, por ejemplo, solo la realeza y la aristocracia tenía acceso a la cantidad y la clase de información a la que cualquier persona en promedio tiene hoy en día. Los filósofos y grandes pensadores de siglos pasados de años producían ideas y descubrimientos que eran accesible solo para una clase privilegiada de la población. No obstante, es de notar que esas mismas herramientas que ayudan a resolver algunos de los problemas más fundamentales de La Vida de Hoy son también un arma de doble filo y de cierta manera un gran peligro en las manos equivocadas. Hagamos un viaje juntos para averiguar cómo es la vida en general del hombre moderno y vamos a compartir cómo podemos crear un mundo mejor con las circunstancias y herramientas a disposición.
Propiamente hablando, con “La Vida de Hoy” nos referimos a ciertas circunstancias que el ser humano (en promedio) vive actualmente en el primer cuarto del siglo XXI. Es importante reconocer de antemano que la definición de tales hechos de vida viene predeterminada por aspectos que dependen del estrato social en los que cada individuo y su entorno se desempeña. Por ejemplo, el día a día de una persona de
bajos recursos no es igual al día a día de alguien con una mejor posición. Adicionalmente, si a un individuo en particular con una situación desfavorable le sumamos un ambiente de desarrollo pobre, las posibilidades de que ese ser, su familia y entorno en general prosperen dentro del complejo sistema social y económico del ser humano son poco alentadoras. Lo que en estas líneas se trata de exponer es que La Vida de Hoy no es igual para todas las personas; por ello, focalizaremos la atención en los lectores cuyas circunstancias de vida encuentren un nicho en relación a lo que a continuación describiremos. Vamos también a definir un punto medio entre lo que serían las condiciones de un humano próspero y otro que viva en condiciones más desfavorables, como el “hombre en promedio”. Sabemos que vivimos en tiempos de mucha prosperidad y avances científicos que nos brindan una seguridad que no tuvimos vez alguna. No obstante, vamos a hacer énfasis particularmente en los hechos de la mente y el espíritu, esas que afectan nuestra percepción del bienestar y de la felicidad. Para empezar a poner un poco en perspectiva lo que este periodo de la historia de la humanidad significa, procederemos primeramente a listar una serie de hechos que caracterizan el día a día está de época del hombre en promedio.
En La Vida de Hoy:
• Los celulares!, computadoras, tabletas, y otros artefactos electrónicos determinan y controlan la manera en la que interactuamos y nos comunicamos. Las pantallas ocultan las miradas y silencian los “buenos días” y las “buenas tardes”;
• Muchas personas deben trabajar más de 40 horas semanales únicamente para poder cubrir sus necesidades básicas;
• La competencia social empieza desde tan temprana edad que no hay espacio para que los más pequeños puedan ser niños, en el sentido tradicional de lo que significa ser niño;
• La información se mueve muchísimo más rápido de lo que nosotros nos desplazamos físicamente, por lo que casi siempre tenemos la percepción de que debemos que apresurarnos sino algo o alguien se nos va a adelantar;
• Muy pocos comen en familia, un problema del que se habla mas en detalle en el articulo publicado en www.lamesaunelafamilia.com, y ello acarrea todo tipo de consecuencias negativas para la sociedad;
• Ciertos valores fundamentales se han perdido o simplemente desvanecido en el tiempo, haciendo que algunas sociedades hayan mutado y vayan encaminadas en una dirección opuesta al progreso;
• Los gobiernos endurecen cada vez más sus modelos de control por el aumento exabrupto de la población en los últimos 100 años, y aunque gracias a la tecnología dichos controles se aplican cada vez de manera mas y mas sublime, son así mismo cada vez mas y mas efectivos y eficaces al punto que no se perciben por el público en general, pero que pueden hacer miserable nuestro día a día;
• El desarrollo tecnológico es exponencial, así mismo crece la economía, y por la velocidad con la que evoluciona, ciertos sectores de la población (bien sea por falta de recursos o acceso a las nuevas tecnologías) crecen progresivamente más empobrecidos y otros cada vez más poderosos, agudizando así los niveles de desigualdad social y económica a medida que pasa el tiempo;
• La manera en que nos alimentamos, desde los microondas y la comida chatarra hasta la velocidad con la que debemos comer para continuar nuestras labores, está presente ya prácticamente como un hecho cultural;
• No es suficiente ser humano para gozar del respeto y la confianza de otro y la reputación de una persona se determina por lo que se dice de él/ella redes sociales y/o el internet. Las redes sociales y el internet a su vez no están reguladas y mucho del contenido que en las mismas se expone muchas veces
es muy perjudicial para los jóvenes y el publico en general; más detalle al respecto en www.fixitback.com;
• El dinero se valora más que a los valores. Por lo tanto, las nuevas generaciones tienden a buscar más el generar dinero que generar valor;
• Un “solución rápida” prevalece ante la constancia y el trabajo orgánico;
• Entre otros…
Vale acotar que no todo es malo hoy por hoy, y como se ha dicho las mismas fuentes de estos problema pueden convertirse en la solución si son vistas e implementadas desde el ángulo correcto. Así mismo se reconoce que la tecnología también trae consigo un sin fin de bondades y que nuestros aparatos, mecanismos, artefactos y sus softwares, pueden brindar una cantidad de tiempo que bien utilizado puede producir un gran bienestar, mientras se mejora la calidad de vida en general. No se trata de oponerse o descalificar la tecnología, sino de entender cómo utilizarla para apalancar el convertirnos en mejores seres humanos; sin embargo, la tendencia en el hombre en promedio es la opuesta, tanto así que la mayor fuente de disipación de energía y falta de claridad mental de nuestros tiempos viene de la mano de la distracción que proporciona algún artefacto electrónico. Tal suceso está causando todo tipo de problemas psicológicos y existenciales, y a su vez físicos, en un sector muy amplio de la población. Si bien la manera en la que el hombre moderno vive hoy es muy diferente a la manera en la que vivía hace 20,000 – 10,000 años atrás, la mente de este ser sigue siendo exactamente la misma. Hay factores en la vida moderna que están empujando una barrera psicológica que no puede aguantar sino sólo hasta cierto punto antes de romperse y manifestarse en toda forma de malestar, padecimiento o sufrimiento. Simplemente, algo que la naturaleza construyó en millones de años y que diseñó para acoplarse a los cambios necesarios que se suscitarían en el transcurso de ese mismo tiempo, no se puede habituar para
que dicha adaptación tome lugar literalmente en cientos de años, mucho menos un par de décadas. En otras palabras, los cambios a los que debemos adaptarnos, en la gran mayoría de los casos, están sucediendo más rápido de lo que podemos asimilarlos.
No solamente a nivel psicológico y social tenemos un gran desafío, sino que también a nivel físico nuestros cuerpos están siendo abatidos por una gran cantidad de comodidades nunca antes experimentadas en la vida del hombre. Muchos estarán preguntándose, ¿y cómo puede eso ser algo malo? Bueno, la cuestión es que la naturaleza y la genética tiene sus formas de trabajar, y lo que hace a un organismo fuerte físicamente es precisamente la adversidad y la necesidad que el mismo tenga a responder ante tales estímulos. El humano por el contrario ha creado una barrera entre su ser y el medio ambiente, cortando así el estímulo natural de un mundo que no es menos real que el que él mismo pueda vivir entre cuatro paredes pero que ciertamente si se sostendrá en pie mucho más tiempo que cualquier tipo de bloque o cemento inventado por el hombre. Por ejemplo, día a día en su gran mayoría, la gente no sabe lo que es ser verdaderamente afectada por el frío o por el calor porque a la más mínima señal de incomodidad regulamos la temperatura con aire acondicionado o calefacción. Tampoco sabe el hombre en promedio de padecer hambruna constantemente porque a la primera sensación de hambre se dirige a la dispensa o al refrigerador y así sea un vaso de agua o una soda se toma. Las personas de hoy no saben lo que es ser perseguidos por depredadores y tener que poner sus cuerpos al límite. En definitiva, la gente usa cada vez menos sus capacidades evolutivas (físicas) para sobrevivir. De manera que nuestros cuerpos son cada vez menos expuestos a los estímulos sobre los cuales estamos diseñados para actuar. Aunque no comprendamos del todo los mecanismos, si sabemos que a medida que pasa el tiempo y que el hombre se aísla más de los factores de selección natural, estas características de adaptabilidad son cada vez menos usadas y las mismas van a tender a desaparecer porque ya no son necesitadas. Lo que es un poco más preocupante aún es que a medida que estas tecnologías se hacen más económicas más personas formarán parte de la estadística. Mientras este sistema creado por el mismo ser humano prevalezca y nos ampare, nadie tiene la certeza hasta donde llegaremos, pero llegaremos. Sin embargo, si la integridad y/o estabilidad de este sistema se ve afectado, bien sea por el mismo hombre y sus imperfecciones y/o por la inclemencia del medio ambiente, y nos viéramos obligados a retroceder en nuestras formas de vida a un estado más “salvaje”, estaríamos sumamente propensos a desaparecer como especie. La solución en este sentido pareciera ser aislarnos mas, fortalecer nuestro sistema y las tecnologías que aseguran la supervivencia del mismo, pero en el proceso estaremos haciendo mas grande el problema en cuestión. Tal parece que todo el proceder es un circulo vicioso que, nuevamente, transforma las esperanzas de que nos mantengamos en el camino de progreso como especie y las convierte en realidades poco prometedoras. Solo el tiempo, la disposición de cambiar ante lo viejo y la capacidad de adaptación ante lo fresco dirá.
Si tan solo pudiéramos adoptar una forma de vivir que incluya mecanismos que promuevan la preservación de los elementos psicológicos y físicos sobre los que nuestro ser está diseñado para asumir, no solo sería el proceso de cambio menos traumático sino que también pudiéramos aplicar correcciones a tiempo, de ser necesario. De hecho, anteriormente mencionamos que no todo es negativo, y que por el contrario si utilizamos correctamente nuestro tiempo y recursos, el cambio puede ser sumamente positivo. Si las personas aplicaran las tecnologías de hoy para generar las horas y los recursos necesarios para conectar más con la naturaleza, fuera del sistema social y económico que reina en los suburbios, la calidad de vida de la gente mejoraría del cielo a la tierra pero más que eso, aumentaríamos las probabilidades de prolongarnos como especie. Tal y como lo mencionamos al inicio, en La Vida de Hoy más que nunca, existen herramientas tecnológicas invaluables que nos pueden ayudar a responder las preguntas más fundamentales. Pero si el hombre no internaliza que el medio para lograr estas realizaciones no es más que precisamente “un medio” se verá envuelto en una situación en donde pudiera no haber punto de retorno. Gran parte de la solución radica de cierto modo en lograr mantener una conexión con la naturaleza y las fuerzas de selección natural que nos rodean, mientras la tecnología hace las horas de trabajo que nosotros nos ahorramos.
A continuación vamos a detallar una lista de las posibles acciones a tomar para llevar una vida mas plena y hacia el camino de la prosperidad humana:
• Caminar mas frecuentemente en áreas verdes, y si es posible descalzo;
• Comer en familia o con amigos;
• Meditar y conectarse a la naturaleza al aire libre;
• Mantener plantas o flores dentro del hogar;
• Tomar un baño de agua helada al día;
• Ayunar al menos una o dos veces por semana;
• Educarse! Hay muchísima literatura sobre una infinita gama de temas en el internet;
• Estudiar! No solo académicamente, sino estudiarse a uno mismo;
• Conectar con otros físicamente, abrazar y ver a los ojos mas frecuentemente;
• Tomarse un día a la semana para detenerse, descansar y compartir con familia y/o amigos;
• Planificar objetivos en familia, no solo de directrices, hay que involucrar hasta los más chiquitos del hogar;
• Generar valor! El dinero se gasta, el valor dura en el tiempo. Dejar dinero a un hijo por ejemplo, jamás se compararía a heredarle una educación;
• Piense en la fuente, vaya a lo profundo, las respuestas no están en la superficie;
• Aprender a la aplicación práctica de las tecnologías para sacarle el máximo provecho y poder así dedicar tiempo a conectar con la naturaleza y el mundo espiritual;
• Entre otros…
En conclusión, en La Vida de Hoy si se pueden hacer las cosas de manera que preservemos la esencia de lo que somos en el tiempo. Independientemente del ritmo de vida acelerado y muchas veces abrumador que se vive, hay las herramientas que nos garantizan formas para poder vivir en plenitud. La Vida de Hoy puede ser engañosa y sumamente confusa para muchos, pero si tenemos la disposición correcta de cambiar lo anticuado y adaptarnos a lo nuevo, la vida será una gran y maravillosa experiencia tanto en los tiempos de hoy como en los del futuro. En esta web nos proponemos brindar de material de apoyo sincero y de primera mano. Aunque nuestra filosofía se basa en que cada quien debe construir su mundo interior, lo que aquí queremos compartir esperamos con mucho cariño sirva al lector como una buena referencia, un faro de luz, en su camino; si bien no un punto de partida ni una guía, si una coordenada de ubicación, de experiencias de vida real y consejos de hombres y mujeres que padecen las mismas dolencias (y celebran las mismas alegrías) que millones de otras personas allá afuera. Esperamos
pues, con gran satisfacción y anhelo, que podamos ser parte del hermoso camino de las vidas de muchas almas que caminan por esta tierra, y que podamos sumar un granito de arena a cada uno en este espectacular proyecto del universo al que llamamos humanidad.
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