Walter Mehrer
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una condición psicológica estable en el tiempo y que, en muchos casos, tiene su inicio ya en la adolescencia. No nos equivocamos si decimos que esta realidad es la que está detrás de esa pregunta de por qué tengo ansiedad cada día.
Este trastorno condiciona por completo la vida de quien lo sufre. Lo más complicado es que son muchas las personas que la padecen en silencio sin recibir un diagnóstico. A veces, se asume que esa forma de pensar y de reaccionar ante las cosas es un rasgo de personalidad.
Walter Mehrer
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Cuando lo cierto es que estamos ante un trastorno tan prevalente como serio. Trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Sherbrooke, por ejemplo, inciden en que en muchos casos junto a la ansiedad generalizada, está de manera comórbida la depresión.
Estas son las características que definen este tipo de ansiedad según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5):
La evolución del trastorno es fluctuante y crónica (se va a veces, pero siempre vuelve) y empeora durante épocas de estrés.
Aparecen preocupaciones persistentes difíciles de controlar.
Surge junto a otros problemas clínicos, como las fobias, la depresión y los trastorno de angustia.
Las personas con ansiedad generalizada padecen agotamiento casi cada día.
Alteraciones del descanso.
Problemas de concentración.
Experimentan numerosas somatizaciones como cefaleas, mareos, problemas digestivos, taquicardias, etc.
Por lo general, las personas que se preguntan “por qué tengo ansiedad todos los días”sufren, sobre todo, el efecto físico de este trastorno, lo cual hace que su calidad de vida se vea muy mermada.
Las personas con ansiedad generalizada tienen problemas en el aspecto laboral, social y familiar. Además, es común que vayan muchas veces al médico dada la amplia sintomatología física.
Si tengo ansiedad todos los días, ¿qué debería hacer?
Si tengo ansiedad todos los días, debo entender que no puedo seguir así. Es necesario solicitar ayuda especializada. Debo entender que esta condición clínica deriva en muchos casos en depresión mayor y no es conveniente llegar a este extremo.
Asimismo, también hay que tener en cuenta que esta condición es el resultado de múltiples factores, incluyendo el genético y también los traumas psicológicos.
Por tanto, más que centrarnos en el clásico “¿por qué me pasa esto a mí?”, focalicémonos en el “¿qué puedo hacer por mí?”. La estrategia más adecuada en estos casos es la psicoterapia y el tratamiento farmacológico. En este último caso, lo más común son los antidepresivos y las benzodiacepinas.
Walter Mehrer
En lo que se refiere al enfoque psicológico, el más habitual y efectivo es la terapia cognitiva-conductual. Gracias a ella se trabaja la interacción entre los pensamientos, las emociones y esas conductas que refuerzan la ansiedad.
La terapia de aceptación y compromiso (TAC) también puede ayudar. Nos permite manejar los pensamientos ansiosos, aceptar/entender las sensaciones incómodas, la complejidad de la vida y clarificar a su vez nuestros valores para involucrarnos en metas y un estilo de vida más significativo.
Por último, solo cabe tener en cuenta que cada realidad es única y que cada persona se beneficiará de un tratamiento/enfoque terapéutico particular. La ansiedad generalizada es una condición compleja y necesitamos de un elevado compromiso para entenderla, transitarla y superarla.
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